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Fue en un cabaret

Que onda gente bueno pues estamos a mitad de puente espero se la esten pasando chido, mientras les comparto esto.

Hace algún tiempo si no es que solo semanas, fui invitado a un lugar que creí que ya se habían desaparecido, un “Cabaret”.

Un cabaret con todo lo de la ley, a la entrada un fulano recibiendo a los consumidores con traje de terciopelo negro, brillante por tanta planchada, botines negros de charol, pero cuarteados de tanto uso, camisa con holanes en el pecho y en las mangas, el pelo relamido de un lado hacia el otro tratando de mitigar que se note la calva prominente y larga de atrás que hace que se vea mas adoc para ese lugar.

Entrando el ambiente como los clásicos de las películas de antaño, 60s finales, 70s, y principios en decadencia de los 80s, luces a media luz en tonalidades rojas y moradas y alguna que otra luz negra, ya saben para que resalte el blanco de las camisas o demás prendas que uno pueda llevar. Mesas pequeñas para apenas 2 personas pero que acomodándose caben 3, las paredes pintadas de azul arriba con motivos abajo como si fueran llamas, ya saben como si estuvieran entre el cielo y el infierno de Dante, en algunas partes de las paredes sobresaliendo de ellas, imágenes de chicas medio bien dibujadas y representando desnudes en poses que atraen la vista, como los de mi genero (hombre) nos gusta ver en revistas para caballeros. Espejos simulando más espacio, aunque el lugar no es tan grande, al fondo pueden ver un pequeño escenario donde tocan los grupos musicales que ahí trabajan repartiendo ondas musicales tropicales actuales y de antaño como danzones, cha cha cha, salsa, cumbia y alguna que otra rola perdida de bachata y demás. Encima de ellos adornos multicolores metálicos imaginando una escena de lluvia dorada cayendo sobre ellos por el movimiento del aire de los ventiladores que hacen que el aire sea mas llevadero que de otro modo seria sofocador.

Casi en la entrada, ¡Oh que entrada!, las chicas del talón, o como les dicen, “ficheras”, mostrando sus agraciados atributos que uno no puede dejar de mirar más que si uno va acompañado por alguna fémina, porque si no, uno puede deleitarse con ello; ellas listas para el que se le acerque a bailar, pero claro, por una módica cantidad de 15 pesos, pero en realidad lo digo, bailar con ellas es riquísimo por que se mueven de una manera que uno siente desfalleserce.

Y como en todo lugar de esa índole no puede faltar el bar y los meseros vestidos a doc del lugar, con pantalón negro, camisa blanca y chaleco rojo que los hace parecer duendecillos diabólicos moviéndose con agilidad por todo el lugar sin tirar de sus charolas las bebidas que llevan para los consumidores asiduos de ese lugar.

¿Y piensan que van pura gente mayor de edad? Pues no, hay de todo, desde la mulata que esta con su canchanchan sin parar de bailar y que tienen como 55 años o algo más, hasta los chavos mayores de 18 que se la pasan bailando con las ficheras, mirando esos escotes que nos llevan al cielo o simplemente los que gustan de beber reír y charlar cuanta cosa se nos ocurre.

El centro de baile bueno no es otro espacio mas que cemento pulido donde uno puede mostrar sus mejores pasos y dejarse llevar por los acordes de los músicos que si no tan buenos, la verdad hacen que a mas de uno se les mueva las piernas de tan sabroso que hacen que el desentono vocal se olvide por pensar en seguir el ritmo con la pareja que este con uno.

Y bueno todo este rollo aunque chido, no es del todo agradable, por que al salir el desencanto de ir se vuelca sobre de uno, ya que, al llegar a dicho antro nadie nos dijo donde estacionarse, asi que agarramos cualquier lugar de la calle y una cuadra retirada, pero al salir que nos sale el clásico viene, viene y que nos dice, “joven le cuide su carro” ¿Ah si? ¿Y donde esta? Y el chavo no sabia, y bueno le dijimos que para otra ocasión y al llegar casi a nuestro carro, salieron unos malandros de la esquina, le hicieron señas al viene, viene, y ya sabrán se nos vienen encima, nos dijeron que les diéramos nuestras cosas y cuando estábamos a punto a de dárselas, que pasa una patrulla y nos dio chance de subirnos e irnos.

Investigando poco tiempo después con amigos que se dedican a la reporteada, resulta que los viven cerca de este lugar les gusta extorsionar, algunos, aclaro, y que muchos hasta son policiacos, no manxhen, por eso es que ya muchos preferimos irnos a otros lugares y hacer fiestas en casa para evitarnos los sustos, y la verdad, sin broncas este tipo de lugares podrían seguir siendo para el populacho un magnifico lugar para divertirse, distraerse y tal vez, quien sabe, hasta desfogarse de la rutina diaria de esta “capirucha” que si nos estresa día a día.

Salu2 y pasensela chingon!!!!!!!

2 comentarios

  1. cecilia

    hola mau no ma esta super padre te la rifaste eeeee jiji, sabes me caes super bien espero que nunca cambies asi todo tu estas bien ji tqm mau y nos estamos viendo en la esc

    marzo 23, 2011 en 1:41 am

    • karen

      Haha no sabia que te gustanan esos lugares? Que sustote.

      febrero 4, 2015 en 8:21 pm

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